México y el home office: ¿cómo cambiará el sector de oficinas con COVID-19?

2 de julio de 2020Mercado Inmobiliario
 La Ciudad de México entrará a fase de semáforo naranja la primera semana de julio, sin embargo los grandes corporativos y edificios de oficinas aún no tienen permitido abrir sus puertas. A pesar de esto, y después de estar casi vacíos por tres meses, los edificios de oficinas en México preparan protocolos para recibir a los usuarios. ¿Cómo deberán adaptar estos espacios a la “Nueva Normalidad”?

¿Qué implica la nueva normalidad para el sector de oficinas? 

Desde que llegas al estacionamiento hasta que te sientas en un escritorio, los edificios e inquilinos tienen que estar preparados para dar una experiencia que genere confianza y proteja a los usuarios. El problema es que los edificios en México no están preparados para lo que viene y es muy difícil saber exactamente qué se necesitará y cómo impactará en los costos de operación. En un escenario anterior a COVID (AC), un usuario llega en su coche, sube por un elevador al lobby, del lobby espera otro elevador y entra a un espacio de trabajo más reducido y próximo a un grupo de colegas. Todo esto cambiará en el escenario después de COVID (DC). 

Para el regreso a las oficinas, desarrolladores y tenants están explorando nuevas estrategias como ingresos a las instalaciones escalonadas y turnar días de home office entre los trabajadores con el fin de disminuir los riesgos de aglomeración. Una visita a la oficina DC podría ser de la siguiente manera: Para empezar, las entradas serán escalonadas con posibles días de home office. Los usuarios ingresarán al estacionamiento donde todo es handsfree, con elevadores al lobby o escaleras habilitadas para evitar el uso de elevadores. Dentro del lobby, se dispondrán módulos de temperatura y de sanitización los cuales indicarán si la persona puede entrar o no. Los lobbies serán reconfigurados para controlar el flujo de personas y las escaleras estarán rehabilitadas buscando aumentar la frecuencia de uso cotidiano, no solo para emergencias. Los espacios de trabajo serán más grandes, alejando los puestos de trabajo y manteniendo una sana distancia. 

Los desarrolladores, asset managers e inversionistas tienen desafíos interesantes por delante, pues aún se generan variados signos de interrogación en cuanto a cómo se contagia el coronavirus, cómo se debe proteger a las personas y cómo adaptar los espacios existentes a la nueva realidad. Esto exige creatividad e innovación. Mientras tanto, se preparan con termómetros y un stock de litros de gel antibacterial. 
  • ¿Cómo se adoptarán estas medidas sin que se sienta como un hospital? 
  • ¿Cómo serán impactados los costos de operación? 
  • ¿Cómo se recuperará la confianza de los usuarios?  

El yin y yang del home office 

El home office en México no era una práctica habitual AC, gran cantidad de compañías defendían el modelo tradicional de trabajo de 9-6 en oficinas. No obstante, la llegada de la pandemia obligó a los empresarios, muchos por primera vez, a operar desde un modelo de home office. Después de tres meses, han comprobado que sí se puede trabajar de manera remota y que sí es posible alcanzar productividad; los miembros de GRI Club opinan que la mayoría de las personas prefiere tener flexibilidad al momento de utilizar los espacios de oficina. El 61 por ciento de miembros de GRI dice que les gustaría trabajar entre 1 y 2 días desde casa y creen que esta “nueva normalidad” durará unos meses mientras se estabiliza la pandemia

Por más que haya ciudades y países avanzados que han implementado políticas de home office permanentes, como es el caso de Silicon Valley, los miembros opinan que en México la situación es muy diferente ya que se busca tener equipos unidos, con sentimiento de pertenencia y una cultura de trabajo más participativa. El 37 por ciento de miembros votaron que extrañan la interacción espontánea de una oficina y el 31 por ciento añora socializar con colegas. Sin dudas, esto es algo que no se puede lograr a través de home office. La pandemia hará que el mercado mexicano se adapte a modelos de trabajo más flexibles incluyendo economías compartidas con colaboración remota. De igual manera, son tiempos de buscar nuevas formas de incrementar la productividad y generar procesos sin tener que estar físicamente en la oficina todo el día. 

Ante este contexto, y si más personas trabajan desde casa, ¿qué pasará con los activos de oficinas? Algunos miembros de GRI estiman que la pandemia no matará al sector de oficinas, pues las compañías incrementarán la contratación de m2 con el fin de mantener una sana distancia. Por ende, la demanda de espacio aumentará. Durante la discusión, los asistentes comentaron que de ahora en adelante el home office y las oficinas serán complementarias. “Esta pandemia nos llevará a un futuro planeado y no a una nueva normalidad'', comentó uno de los líderes del mercado. Las empresas buscarán redensificar sus espacios y reducir el número de personas para no incrementar costos fijos. Otros países como Estados Unidos e Inglaterra ya tenían políticas de hacer trabajo remoto una vez por semana, pero esta era una realidad lejana para México. Rotando una vez a la semana, se reduce el 20 por ciento del número de trabajadores en la oficina, permitiendo más espacio para distanciamiento y disminuyendo el impacto en los costos de operación y estacionamiento. Los miembros están optimistas, opinan que los espacios de oficinas tradicionales y coworking seguirán con buen desempeño y el efecto COVID será temporal. Las medidas que se tendrán que aplicar ahora deben ser de corto plazo, hasta que se encuentre la vacuna.

El tabú mexicano del Back Office 

Hay especulación sobre qué se podría hacer con espacios de oficinas vacíos, pero sería muy difícil ver un almacenamiento last mile en Avenida Reforma. Algo que sí puede ocurrir, es que los sitios usados como almacenes se conviertan en back offices. Los sótanos de centros comerciales y torres de oficinas se podrían utilizar como bodegas de distribución.

Los back offices son edificios low rise, con plantas grandes que no requieren el uso de un elevador y situados en lugares donde el m2 es mucho más barato. Curiosamente, México tiene un prejuicio en cuanto los back offices de que son espacios de clase C. Los miembros ven una oportunidad en cambiar este concepto y generar alternativas en el mercado creando back offices u oficinas suburbanas, pues en México no se ven. Si los corporativos empiezan a segregar por ubicación demográfica, las personas que viven en los suburbios podrían usar espacios de networking más cercanos, lo cual descentraliza las operaciones y descomprime la movilidad de las ciudades. De esta forma, las empresas notarían las ventajas de tener varias back offices y distribuir funciones. Tener una oficina en un suburbio de la ciudad evitaría que las personas tengan que hacer largos desplazamientos hacia los centros de negocios. Lo atractivo es que ésto también puede incluir a los altos mandos.

Hay diversas inquietudes sobre qué pasará con el sector residencial en ciudades como San Francisco, Estados Unidos. Con mayor cantidad de trabajadores operando desde casa, las personas podrán mudarse a los suburbios, sin la necesidad de pagar las rentas altas de los barrios centrales. El sector tendrá que ser más flexible con los cambios que se avecinan. Se rotarán los empleados, quizás los nuevos ingresantes durante el tiempo de entrenamiento. Las horas físicas en la oficina serán algo del pasado, la gente tendrá que ser más accountable

Sin dudas, los líderes están muy ocupados en resolver estos desafíos y buscando encontrar la mejor estrategia para el regreso a las oficinas. Sin embargo, tal vez hoy la mayor preocupación de la industria está más vinculada a la crisis económica que se avecina, que a la pandemia en sí.

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Este artículo es un resumen de lo que se discutió durante la última reunión del GRI Club México: Playbook para la nueva normalidad: Las mejores prácticas para oficinas en México el 18 de junio 2020. Participaron líderes de la industria inmobiliaria como Lyman Daniels (CBRE), Adrian Aguilera (Vertex), Javier Llaca (Fibra MTY), Rodrigo Peredo (Hines), Gonzalo Robina (Fibra Uno), y Adrián Garcia (IOS Offices).